Julia.-
La conversación con Anthony está tomando un rumbo que me incomoda.
— Anthony, no eres tú, soy yo –frunce el ceño–. sé que la frase es muy trillada, pero, es verdad, intenté sentirme atraída hacia ti, engañándome a mí misma, cuando mi corazón le pertenecía a alguien más.
Dejo aclarado todo de una manera muy madura, pero por la expresión en su rostro, mi confesión no parece agradarle ni un poco.
— Espera ¿me estás diciendo que había alguien más? –pregunta con sorpresa y un pequeño atisbo de celos o enojo.
— Sí y no, es muy complicado, ahora estamos juntos e intentándolo.
— Entiendo –dice como si no le diera importancia, alza la mirada y sonríe con sarcasmo, me pongo en alerta al ver como su mirada cambia, una que nunca había visto–. entonces, así como estuviste con él…
Vuelve a dar otro paso hacia mí, acorralándome entre su cuerpo y la pared.
— Puedes estar conmigo –giro mi cara antes de que sus labios toquen los míos–. después de todo, solo quería una fantasía erótica con