"el destino actua de manera confusa e inexplicable"
Azura
El paisaje había cambiado. La vegetación se volvía menos densa, los árboles parecían muertos, retorcidos como si algo los hubiera corrompido desde dentro. Las nubes pesaban sobre el cielo y un aire gélido nos cortaba la piel como cuchillas de hielo. El camino frente a nosotros era una serpiente polvorienta que conducía directo al corazón del infierno: la frontera de Tiberion. Grayson frenó el vehículo. Los otros autos hicieron lo mismo. Nos bajamos sin decir palabra al principio. Nadie quería ser el primero en romper ese silencio que nos oprimía el pecho. Sabíamos lo que significaba dar el siguiente paso.
Estábamos a menos de dos kilómetros de los primeros puestos de control.
—Ya no hay vuelta atrás —murmuró Saúl, con los ojos clavados en el horizonte.
—Nunca la hubo —respondí, observando las torres de vigilancia que apenas se distinguían entre la niebla.
Nos reunimos todos en círculo, lejos de los vehículos, detrás de un promon