"donde todos ven rendición, yo comienzo la rebelión."
Azura
El plato de comida seguía intacto a mis pies. El aire estaba frío, enrarecido por la humedad mágica que saturaba la celda, pero por dentro… algo había cambiado. No me sentía como antes. Ya no temblaba. Ya no caminaba en círculos presa de la desesperación. Algo se había encendido de nuevo en mí desde aquella aparición. Desde las palabras de mi madre.
Me recosté contra la pared y cerré los ojos. Ya no buscaba dormir. Buscaba bajar hasta donde estaba Rosaly. Tenía que encontrarla. Aunque me costara el alma.
Respiré hondo. Más hondo. Apagué todo sonido. Me concentré en el latido lento, apagado, del corazón que aún me ardía. Y entonces… un murmullo.
—Azura…
—Rosaly… —susurré, sin abrir los ojos.
—Estás muy cerca, debes poder liberarme Azura, tu sola no podras… pero estoy herida, creo que me han envenenado. Me sellaron, pero no pueden borrarme. Y estoy aqui contigo siempre. Siempre.
—¿Por qué no te sentía, estaba muy asustada? ¿Por