El fin de semana llegó más rápido de lo que Clara había imaginado. Con las maletas listas y la emoción flotando en el aire como una promesa, ella y Lucas se pusieron en marcha hacia la cabaña donde habían pasado su primer fin de semana juntos. Ese viaje representaba mucho más que una simple escapada; era una oportunidad para reconectar, relajarse y recordar lo que significaba estar juntos sin las presiones de la rutina diaria.
El trayecto fue ligero y lleno de risas, con música suave sonando de fondo y recuerdos compartidos entre miradas cómplices. Al llegar, Clara sintió una oleada de nostalgia. La cabaña, con sus paredes de madera envejecida y el aroma a pino fresco, le trajo de vuelta momentos entrañables, como si el tiempo se hubiera detenido en aquel rincón de paz.
—No puedo creer que estemos de vuelta aquí —dijo Clara, mientras Lucas abría la puerta.
—Es un lugar especial para nosotros. Aquí fue donde todo comenzó —respondió él, sonriendo al recordar su primer beso en aquel porc