Punto de vista de EscarlataDespués de que el poder de Alfa de Luciano la estrellara contra la pared por tercera vez, Lilia se desplomó de rodillas mientras se agarraba el pecho con el rostro contraído por el dolor.
—Me duele —gimió—. Me duele tanto... el corazón...
Luciano la ignoró por completo y recogió con delicadeza el cuerpo maltrecho de Bobby, acunando al perro herido contra su pecho.
—Juan —llamó al Beta—. Haz que el Dr. Kane venga ahora mismo. Dile que traiga su mejor equipo médico.
Lilia se animó ligeramente al mencionar al doctor.
—Sabía que todavía te importaba, Luciano. Incluso después de todo...
—Dile que se traiga todo lo que haga falta para atender las heridas graves de mi perro —continuó Luciano con frialdad—. Sobre todo para problemas del corazón.
Lilia perdió toda esperanza en su mirada y, tras tambalearse brevemente, se quedó inconsciente sobre el suelo de mármol.
Al pasar junto a su cuerpo inmóvil, Luciano se detuvo y mostró un gesto de disgusto evidente.
—Saca esta