Las luces de neón parpadeaban, la música EDM retumbaba en la pista de baile llena de gente medio ebria. El olor a alcohol, perfume caro, sudor y humo de cigarrillo se mezclaba formando una neblina ligera en el aire. Ese club nocturno nunca estaba vacío, y menos un sábado por la noche.
Aurora bailaba salvaje en medio de la multitud, su cabello suelto, el vestido pegado a su piel húmeda.
Damian permanecía en el borde de la pista de baile, con los puños apretados. Sus ojos no se apartaban de la espalda de Aurora, que giraba y movía las caderas siguiendo el ritmo. Sus ojos se enrojecían no por el alcohol, sino por los celos ardientes.
Arc apareció desde la barra, una tableta en la mano. El Beta leal se acercó agachándose un poco, intentando hacerse oír entre el estruendo de la música.
—¡Alpha! Tienes que ver esto. El documento de fusión con la Manada RedClaw. Hay una revisión de último minuto.
Damian casi no lo escuchaba. Sus ojos solo seguían a Aurora, que ahora reía suavemente mientras