Capítulo 37
Pero, ¿qué significaba Hans? Si pudiera quedarme al lado de Hans, no sería como su prometida. Acaso, ¿él quería…? El rostro de Dafne se palideció de inmediato, preguntó en un tono burlón:

—¿Acaso quieres que sea tu amante?

—¿O crees que eres digna de ser mi novia, como hace seis años?

Dafne sintió un pinchazo en el corazón. Tragó saliva y preguntó:

—¿Y si no quiero ser la prometida de César ni tu amante?

Hans la miró de reojo con una sonrisa expresiva que a Dafne le parecía una señal de represaría. Dijo en un tono peligroso:

—Entonces, devuélveme el dinero en la unidad de mil de millones. ¿Puedes pagarlo?

Dafne se quedó estupefacta. Sabía que Hans debería haber pagado una gran cantidad de dinero para que César la dejara salir. Sin embargo, no esperaba que fuera una suma tan enorme. Se burló:

—No esperaba que fuera tan cara.

Era cierto que no era capaz de pagarlo.

—No piensas demasiado. No hice este negocio con propósito de salvarte de la familia Ortiz. Sí, quiero que te quedes a mi la
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