*—Dominick:
Había pasado un mes desde aquel fatídico día, y poco a poco, todo parecía encontrar su ritmo.
Callum había permanecido unos días más en el hospital después de despertar, para completar evaluaciones y asegurarse de que su recuperación fuera completa. Finalmente, fue dado de alta tres días después con un pronóstico favorable.
Dominick y Callum regresaron a la casa de los padres de Dominick, pero los gemelos permanecieron en el hospital, bajo el cuidado atento de los especialistas. Al haber nacido un mes antes de tiempo y tras el complicado parto, necesitaban monitoreo constante hasta que sus órganos estuvieran completamente desarrollados y estables.
Cada noche, Callum lloraba en los brazos de Dominick, deseando poder abrazar a sus pequeños más que cualquier otra cosa. Un especialista le había advertido sobre el riesgo de depresión posparto, especialmente dado todo lo que había sucedido; por eso Dominick había dejado de trabajar, tomando un receso prolongado para estar a su