Subtítulo:
“Cuando la verdad golpea el alma, no hace ruido. Solo te cambia.”
El día amaneció con una brisa suave que movía las hojas como un murmullo. Ariadna se sentó en el borde de la cama, sintiendo cómo el sol se filtraba por la ventana, calentándole los hombros.
Había dormido profundamente… y sin embargo, su corazón estaba inquieto.
La Luna le había hablado.
No era un sueño, lo sabía.
La claridad del mensaje, la calidez de la energía… todo seguía latiendo en su piel.
Se tocó el vientre con una mezcla de temor y reverencia. Dos corazones. Dos vidas. Una historia que aún no comenzaba a contarse en voz alta. ¿Debía decírselo a Kael? ¿Ahora?
Se levantó. Caminó por la habitación sin rumbo fijo. Su loba, Naira, se mantenía en silencio, pero no por indiferencia. Era un silencio de espera… de calma antes de una revelación inevitable.
“Él tiene derecho a saberlo… ¿o debería esperar hasta que esté listo?”, pensó.
Pero… ¿estaba ella lista?
—
Kael observaba el bosque desde la colina donde s