Capítulo 9 —Vamos por la farsa
Narrador:
El motor del coche ya estaba encendido. Roman miraba el reloj por tercera vez en menos de un minuto, con el ceño fruncido y la paciencia peligrosamente cerca del límite. Aylin, sentada a su lado, mantenía la compostura con la serenidad de quien sabía cuándo hablar… y cuándo no.
—¿Qué carajos hace tanto tiempo allá arriba? —murmuró Roman, bajando el vidrio para dejar escapar un poco de su frustración con el aire fresco.
Eros, en el asiento delantero, no dijo nada. Solo se acomodó el cuello de la camisa, como si así pudiera alinear también los pensamientos que lo traicionaban desde hacía días.
—Ve por ella —ordenó Roman, sin mirarlo —No vamos a llegar tarde por un capricho de Sasha.
Eros tragó saliva sin decir una palabra. Asintió con un gesto leve, abrió la puerta del coche y caminó hacia la mansión como si cada paso lo acercara al borde de un acantilado. Entró con naturalidad, como siempre, pero con el corazón bombeando más rápido de lo necesari