Capítulo 192 —Once
Narrador:
Los días previos al cumpleaños pasaron volando. Aylin se había asegurado de que todo estuviera perfecto: la mansión estaba transformada en un auténtico festival, con luces, guirnaldas y mesas interminables repletas de dulces, pasteles y bebidas. Había globos por todas partes, niños corriendo con coronas de cartón y adultos que conversaban animadamente, fingiendo normalidad en medio de un mundo donde nada era realmente normal. El aire olía a azúcar y a flores frescas, y las risas de los pequeños llenaban cada rincón. Mateo, como siempre, era pura energía. Corría con el gorro de cumpleaños chueco, persiguiendo a otros niños, riendo hasta quedarse sin aire. Sofía también jugaba, sonreía, y parecía disfrutar. Pero había algo más en ella. Cada cierto tiempo, se detenía. Cada vez que la puerta se abría y un nuevo invitado aparecía, sus ojos se clavaban en la entrada, expectantes. Su sonrisa se iluminaba un instante, para luego desvanecerse al ver que no era él.