Capítulo 119 —Seguda primera vez
Narrador:
Se estaban besando con desesperación, como si no se hubieran tocado en semanas, como si el deseo les hubiera crecido debajo de la piel. Eros tenía las manos en su cintura, bajándolas lentamente hacia su trasero, cuando sintió el aliento de Sasha rozarle el oído.
—Ya no tienes que usar preservativo —le susurró, apenas audible, pero lo suficiente para encenderle el cuerpo como una chispa sobre gasolina.
Eros se separó unos centímetros, con la mirada fija en la suya.
—¿Estás segura?
—Sí —asintió ella, con una sonrisa suave y un brillo en los ojos —Ya pasó el tiempo prudente. No hay riesgo.
La respiración de Eros se hizo más pesada. Sus pupilas se dilataron al instante. La mano en su cintura se tensó. Volvió a acercarse, le rozó la boca, pero no la besó. Le habló casi en un gruñido.
—Solo he pensado en una cosa desde que me dieron este despacho ayer —murmuró contra su labio inferior —Tenerte en todos los rincones. Quiero que, cuando mire hacia cu