Capítulo 118 —Nunca se me pasa
Narrador:
Eros cerró la puerta de su despacho de un portazo. Caminaba como un león enjaulado, con la mandíbula apretada y los puños cerrados. Sasha lo observaba desde el centro de la habitación, los brazos cruzados, pero con el ceño fruncido. Sabía que venía cargado, pero no esperaba semejante tormenta.
—¿Vas a decirme de una vez qué carajos te pasa? —soltó ella, perdiendo la paciencia.
—No me tomes por idiota, Sasha —espetó él, girando hacia ella—. ¡Lo vi! Estás demasiado cerca de ese imbécil de Marcelo Suárez. ¿Qué mier*da te traes con él?
—¿Estás espiándome ahora?
—No tengo que espiarte. ¡Te vi en el café con él! Ya van varias veces ¿Me vas a decir que es coincidencia?
Sasha respiró hondo, mordiéndose el interior de la mejilla.
—Eros, no estoy haciendo nada malo. Ni con Marcelo ni con nadie.
—¿Y por qué no me lo dijiste? ¿Desde cuándo te ves con él a escondidas? ¿Te cae simpático ahora? ¿Tan rápido olvidaste que es hijo de Mauricio y hermano de Azucen