El Alfa Malakay que se encontraba en su despacho, se quedó clavado en su sitio, no daba crédito a las palabras que escuchaba de su mejor amigo Joshua Romano.
— Joshua, ¿Pero que demonios es lo que te sucede? !La luna Alejandra sigue en cama, ella todavía no se recupera del todo de la pelea que tuvo con esa beta, el Alfa Salvatore la está cuidando y no deja duda alguna de que es su mayor tesoro, no hay manera de que permita que ella viaje a tu manada para ayudarte! ¡Vas a tener que buscar otra opción, médicos mejor preparados, algún brujo de algún aquelarre, algo que no tenga que ver con la luna de la manada Luna De Plata!
— No hay otra opción, vas a tener que ponerme al teléfono con Alejandra, estoy seguro de que ella no se negará a ayudarme.
— ¿Vas a pedirle a tu todavía prometida que está convaleciente que vaya a tu manada a salvar a la luna que la diosa te acaba de poner en el camino? Por todos los cielos, ¿Y te admiras del Alfa Salvatore? !Pero si no había conocido Alfa m