Los vampiros están cubriendo la luna llena.
Todos los Alfas sabían que Petya Salvatore era valiente, y que le costaba mucho dejarles, si no fuera porque su luna significaba su vida, él definitivamente no se iría.
El punto de vigilancia del cuarto hermano Salvatore, estaba cerca del punto de vigilancia de Leonardo, él y su luna cabalgaban hasta allá.
Justo llegaban cuando el sol ya había caído, los reyes que acompañaban a su hermano se sorprendieron al verlo llegar.
— Alfa Salvatore... Qué sorpresa. ¿Los demás... ellos están bien? — Preguntaban los valientes lobos.
— Si, sabemos que el clan ha terminado de despertar, pero no hemos sigo atacados todavía, ellos están bien, estoy aquí por un asunto personal, ¿Dónde está mi hermano?
— El rey se encuentra en su casa ase champaña con su beta Patricio.
— Bien. Adisson, ven conmigo, espera aquí un momento, hablaré con mi hermano. — El lobo sentó a su luna en un tronco cerca de la fogata. — Que nadie la moleste. — Ordenó después.
— Petya...
— No te asustes, son A