Los doctores estaban estupefactos al ver el cuerpo mal herido del paciente. Pues tenía muchas heridas, e incluso mordidas, quien quiera que los haya asaltado, se había enseñado con ellos.

— ¡Rápido, administrenle antibióticos de alto espectro, también morfina para que no sienta dolor, lo pasaremos a terapia intensiva al igual que a la jóven Salvatore!

Ordenaba el doctor mientras el equipo médico se apresuraba a cumplir sus órdenes.

(...)

Afuera el vampiro llegaba, caminaba despacio apretándose el abdomen, tampoco había sanado por completo, pero tenía que saber que había pasado con Aleska

Los hermanos Salvatore lo vieron venir.

— Hay, no puede ser, ahí viene el vampiro. — Lionel rodaba los ojos.

— Ustedes, creían que me iba a quedar en mi cuarto como si nada, ¿Eh? Pues ya ven que no. Quiero saber cómo está Aleska, ¿Qué ha dicho el médico?

— Pues además de acusarnos de probables maltratadores, y llamar a la policía, pues... Qué está muy delicada, esa maldita elfa c