La hermosa luna Katya.
La jóven pensó que ese apellido se escuchaba muy distinguido.
— ¿Salvatore...? Escuchamos hace poco, que... El nuevo rey de reyes tiene ese apellido, ¿Es casualidad que tú también lo tengas?
— Bueno... No soy el rey de reyes, ese es mi hermano mayor, Leonardo Salvatore.
— ¿Qué...? Tú... Eres un Alfa... Un Alfa Salvatore... — Katya estaba tan sorprendida que apenas podía hablar.
— Lo soy, soy el tercer hermano Salvatore, lo que te hace a ti una luna.
La puma que desde cachorra había vagado por el bosque, sin familia, sin un cariño, sin un hogar, ahora se convertía en una luna.
— Una luna... — Ella no pudo evitar dejar salir lágrimas transparentes que rodaban por sus mejillas.
El Alfa con su agudo oído la escuchó sollozar.
— ¿Qué pasa? Estás llorando, ¿Qué hice mal? ¿Te duele algo? ¿No... no me quieres? ¿No quieres ser mi luna? — El Alfa abrazó más a su cuerpo a su destinada. Le preocupaba que ella no quisiera estar a su lado.
— Yo... No tengo nada, estoy sola en e