Has muerto para siempre para tu luna.
El grito del Alfa se escuchó por todo el hospital, él era un lobo muy fuerte tanto física como emocionalmente, pero la noticia de la muerte de su cachorro lo había devastado.
De la nada comenzó a destruir todo lo que estaba en la habitación, se quitó la intravenosa de un solo jalón, provocando que chorros de sangre cayeran al piso, se tambaleaba porque había estado a punto de morir y no estaba del todo bien
— Cálmate Leonardo, no ganas nada poniéndote así. — El Alfa Angelino intentaba contenerlo pero le estaba costando.
Fueron Petya y Damiano los que llegaron a ayudar.
— Hay que atarlo a la cama o va a terminar destruyendo cada ladrillo de este hospital. — Sugirió Petya.
— !Te voy a dar una lección si te atreves a amarme cachorro insolente! — Rugió el Alfa.
— !Ya cállate Petya, solamente lo estás haciendo enfadar más! ¿Qué no ves que está sufriendo por la muerte de su cachorro? — Damiana pedía más respeto.
— ¿El cachorro murió...? No pudimos llegar a tiempo... Pobreci