Harper y Mateo caminaron por el pasillo hasta llegar al grupo de hombres que se habían reunido alrededor de Anthony. Este escuchaba con poco interés, mientras era Hermes quien solicitaba calma.

Controlar a tantos era una pesadilla, pero su jefe estaba por atravesarlos con sus balas y esa no era la intención de esa reunión improvisada. Era su deber mantener todo funcionando entre ellos.

Anthony se levantó en cuanto vio a Mateo entrar al salón, yendo con él a pasos largos para acortar la distancia rápidamente.

—Están buscando reemplazo y quieren opinión sobre los candidatos—, siguió el camino y los recién llegados copiaron la dirección—. No se tomará en cuenta el protocolo para la selección. Por eso el desorden.

—Eso siempre tiene consecuencias.

—Será temporal. Se necesita uno que realice las tareas más urgentes del anterior consejo. Eso nos dará tiempo— escuchó a Hermes sumarse al grupo, luego de despedir a todos. —Tenemos a Valente en México. Atacó dos noches seguidas y esta no se h