Libro n°3 de la Saga Sacerdocio Kylian había nacido rodeado de amor y protección por todos a su alrededor. Era un hombre romántico y el más fiel compañero. Un amante leal que te hacía mojar las bragas con solo una mirada. Pero lamentablemente, la vida le mandó a una mujer que le destrozó el corazón y no le importó. Kylian no volvió a sonreír y se convirtió en un asesino que disfrutaba su trabajo. Lo único que le permitía mostrar su verdadero ser, era Zeus, su Cane Corso de tres años. Se unió al Sacerdocio porque quería poder para darle a la mujer que una vez amó todo lo que pidiera, pero ahora tenía tanto y la soledad era su fiel compañera. Hasta que llegó una mujer que siendo lo opuesto a él, le enseñó que no necesitaba parecer un animal salvaje si estaba con la persona correcta. Ella lo iba a educar y él sería su mejor alumno... tal vez.
Leer másVarsovia-Polonia.
Un año y medio atrás... Cada historia tiene un inicio, un desarrollo y un final. ¿Pero qué pasa cuando el amor te queda guindado en las manos y no te lo permiten dar? ¿Qué pasa cuando te limitan y juegan contigo? Kylian siempre se preguntó que estuvo haciendo mal durante todos los años que amó a Kassia incondicionalmente. Siempre la buscó y trató de demostrarle cuan sincero era lo que profesaba por ella. Lo que sintió por la mujer fue instantáneo. Era como si los cielos los hubiesen bendecido al conocerse. Kylian nunca pensó que no fuera recíproco y por muchos años se lamentó guardarse sus emociones... hasta que se confesó. Su familia era muy prestigiosa y se podría considerarse la realeza irlandesa. Pero la vida del empresario más cotizado de su país, tenía un lado muy oscuro. Él siempre anheló poder y controlar a todos a su alrededor. Sus padres querían que Kylian tuviese una mejor vida, pero el hombre decidió desde muy temprana edad que era lo que quería. A diferencia de otras mafias, el irlandés si sabía y podía expresar amor, pero decidió guardarlo... otra vez. De todas maneras, el amor era una m****a con él. —¿Te vas a despedir de mi hermana? —le preguntó Maksym, al darse cuenta de que la mirada de su amigo estaba perdida en la mujer que se aproximaba a ellos. —¿En serio no puedo volar con ella y ver a qué país va? —se giró para verlo a la cara—. Yo... —Solo Nikolas sabe a donde irá. Puedes despedirte desde aquí —el polaco suspiró—. Ve a inspeccionar el avión. Puedes encontrarte con ella de casualidad mientras revisas qué todo esté en orden. Kylian sonrió de medio lado. —Hasta el final de los tiempos, hermano... Hasta el final de los tiempos yo sigo creando oportunidades para estar con Kassia y ella... —guardó silencio y negó con la cabeza—. Me despediré en el avión. Lo más probable es que Fabrizio me golpeé cuando se entere. —Todos somos ciegos cuando estamos enamorados. —No, Mak. Yo me cansé de amarla. Ella agotó todo tipo de sentimiento que podía albergar en mí —dicho eso, se fue directamente al avión. El mafioso se había guardado y aguantado más de lo que un ser humano podía soportar. Su padre, un hombre de la mafia retirado y de carácter fuerte, ya no sabía qué hacer con su hijo. Deseó matar más de una vez a la mujer que le causó tanto dolor a su primogénito, pero entendió que si su muchacho superaba eso, su corazón se endurecería... y cuanta razón tenía. Kylian subió al avión y al fondo escuchó a varias personas discutiendo. Él no estaba de humor para meterse en otros asuntos. Pronto sería el nacimiento de la hija de Mak y no podía seguir mezclando a Polonia con Kassia. Hoy simplemente era el final de su historia y por más que él... —¿Kylian, que haces aquí? —una dulce voz resonó por el avión, él dejó de revisar el asiento y se giró para ver a la mujer que lo había llamado—. Solo el personal autorizado debe... —Esto es de mi amigo —ella frunció el ceño—. Es de Nikolas. He venido a revisar que todo esté bien para la persona que estará en el vuelo. —Pero ya fue inspeccionado por el personal autorizado... —ella vió el rostro desmejorado del hombre—. Iré a traerte un jugo porque estás muy pálido —se dió la vuelta para irse, pero el mafioso tomó su mano para detenerla—. ¿Qué pasa? —Tienes la mejilla roja. Escuché que había personas discutiendo. ¿Quién te golpeó? —ella le dió una sonrisa amistosa y se soltó de su agarre. —Gracias por preocuparte, pero no ha sido nada. Tengo todo bajo control. Voy por tu jugo. Siento que en cualquier momento te vas a desmayar —asintió y se volvió a meter en la cabina. El sonido de cosas cayendo al suelo se escuchó, Kylian cerró los ojos y con mala gana fue a ver lo que pasaba. Tenía que pensar en Kassia y su despedida. Quería decirle una última vez cuanto la... —¿¡Qué mierdas está pasando!? —gritó al verla acorralada por uno de los hombres con el que tenía negocios—. ¿Qué estás haciendo con ella? —Se está robando la mercancía. Entró como si nada y... —¿Fuiste tú quien la golpeó? —lo miró con frialdad, se dió cuenta de que los pilotos estaban en silencio y con caras llenas de miedo—. ¡Responde! —Sí, pero... Kylian fue hasta el tipo, quitó a la chica y se interpuso entre ellos. —A las mujeres no se les toca. Me alegra saber qué negocios no tendremos y... —miró el labio de ella—. La lastimaste... —Kylian lo tomó por el cuello—. ¿Te gusta pegarle a las mujeres, pero eres un maldito cobarde si alguien te lo devuelve? —espetó con burla. —Kylian, no vale la pena... —intentó luchar—. Déjalo ir. Vamos a fuera, por favor... —decía la mujer—. Estoy bien... déjalo así... —Nos vemos en un rato, Teo —lo tiró al suelo y miró a los pilotos—. Son unos maricas. No defienden a una dama. —El hombre es de la mafia. ¿Quieres que nos mate? —dijo uno de los pilotos, logrando que Kylian soltara una risa sin gracia. —Es un peón de la mafia. El tipo ni vale un jodido centavo —escupió—. Deberían tenerle miedo es al Capo. No a la basura. Suspiró y salió de la cabina para verla sentada con manos temblorosas. Kylian se agachó y le levantó la cara. Había sido golpeada. Sintió pena por ella porque las pocas veces que la había visto siempre fue risueña y alegre. Tocó su mejilla y la vió hacer una mueca. —Te va a doler un poco, pero es mejor que verte con el labio roto —dijo, sacando su pañuelo y limpiando la sangre de su boca—. ¿Me vas a decir que pasó? —Él intentó propasarse conmigo. Mi novio es uno de los pilotos... los tres estábamos bromeando sobre la vida y él llegó para tocarme solo porque es de la mafia. Lo he enfrentado y fue cuando se puso violento —confesó, con voz pausada. —¿Por qué no mencionaste que conocías a un matón más poderoso? —ella sonrió, y él la imitó sinceramente. —Porque no eres un matón tan poderoso —eso lo hizo reír fuerte—. No iba a meterte en problemas. —Nicole, conociste a mis amigos. Somos lo suficientemente fuertes para no meternos en problemas —ella lo miró fijamente mientras limpiaba su labio—. Te puedo dejar una foto de recuerdo, digo, para que no me desgastes tanto. —Eres un tonto —le golpeó suavemente el hombro. Estaban coqueteando metidos en una pequeña burbuja, hasta que llegó la persona que iría en el avión. —¿Kylian? —la voz llena de rabia de Kassia, lo hizo suspirar—. ¿Qué estás haciendo con esa zorra? Nicole alzó la vista y miró a una mujer pelinegra muy hermosa. Se levantó del asiento y sintió vergüenza por lo que estaba haciendo con Kylian. Ella tenía novio y él también. Obviamente, una novia, pero bueno, se entiende el punto. —Kassia, no vayas a empezar... —dijo cansado. —¿Esa perra es la que ocupa mi lugar? —la señaló con desprecio—. Todos me atacaban porque decía que tenías otra mujer, pero resulta que no era mentira. ¡Tienes una puta amante! —Oye, no te reflejes en mí —respondió Nicole—. Ya inspeccioné el avión. Vendrá un asistente de vuelo. Es un hombre, procura mantener tus manos quietas de él —le respondió a Kassia. —¿Cómo te atreves? —Kassia se le fue encima, pero Kylian la detuvo. —De la misma manera en como te atreviste tú a decirme algo. Ni siquiera te conozco. Eres muy bonita y debo admitir que creí que Kylian tendría una suerte increíble si estaba contigo, pero me da vergüenza ahora que sé como eres por dentro —se apartó de los dos—. No pretendas recibir flores si lanzas espinas por esa boca sucia que tienes. —Eres una... —Sí, sí, todo lo que tú quieras. Agradecida debes estar con que no sea la azafata en este vuelo porque te juro que te mando a bajar de mi avión por... —suspiró—. Ni vales la pena. Kylian fue lindo verte de nuevo. Por favor, no dejes de tomarte el jugo que no pude darte y gracias por esto —señaló su labio—. Eres más lindo cuando sonríes de verdad. Él sin querer estaba sonriendo y no se había dado cuenta. Olvidó por completo su dolor y lo que ocurría a su alrededor mientras hablaba con Nicole... pero llegó Kassia y la realidad lo golpeó. —¿Besaste a esa perra, Kylian? ¿No se supone que tú me amabas? —lo empujó—. ¡Hasta te interpusiste entre nosotras! ¿Cuándo dejaste de quererme? —¿No estabas enamorada de Jack? Tengo entendido que le pediste a tu hermano que te dejara ser feliz con él —se apartó y vió como ella se sorprendía—. No metas a Nicole en esto... —¿Nicole? —se rió—. Me reemplazaste... —Nunca lo hice. Sinceramente, siempre te amé, nunca vi a nadie más que a ti. Siempre esperé a que me notaras. Siempre esperé a que te dieras cuenta de que yo te esperaba. Nunca me importó cuantas veces ibas y venías. Nunca me importó si decías hoy sí, y mañana no —se le volvió a dañar el día—. Estaba dispuesto a todo por ti, Kassia. Incluso ahora... quería verte una vez más para saber si me la podía jugar por ti, pero no. ¿Kassia, tú me quisiste en algún momento? Él la observó por varios minutos y podía ver como la mentira se iba formando en lo que sea que diría cuando volviera a hablar. —Tú no sabes que es el amor, Kylian. Ustedes me apartaron cuando conocieron a Alice. Siempre fui la protegida de todos, pero en el mínimo momento que tuvieron para herirme, lo hicieron de la peor manera. Yo no tengo la culpa de haber dicho la verdad y no me arrepiento de nada. Decidiste cambiarme y Jack... al final de cuentas todo es culpa de Mak. —¿Y qué se supone que es culpa tuya? Hablaste m****a de nosotros de la peor manera, se te perdona la vida y dices que te seguimos hiriendo. Dejarte vivir fue el último acto de amor para ti, Kassia —sintió su pecho apretado—. El no responderme también es una respuesta. No hay peor persona que la que no sabe lo que quiere. Espero que a donde sea que vayas, encuentres lo deseas y por favor, se feliz. Ella se rió y se acercó a él. —Tú nunca podrás ser feliz sin mí. Maldigo el puesto de la mujer que decida ser tu novia y esposa. Deseo que en el momento que la encuentres todo lo malo le pase. Quiero que muera y sientas lo que yo siempre sentí al ser rechazada por ustedes —escupió con ira. —Mak te iba a dar a Jack en unos meses... — dijo con dolor—. Tú nunca vas a cambiar. Eres egoísta y solo quieres que Jack y yo estemos detrás de ti. Yo nunca te hice daño, Kassia. —Hasta el último día de mi vida, Kylian. Si yo no puedo ser feliz, ni tú ni Jack lo serán. Les maldigo su felicidad y cualquier puta que tengan. Mientras yo exista, siempre tendrán una enemiga. Kylian bajó del avión y vió a Nicole con un papel en su mano. Se preocupó al verlo y fue hacia él, olvidando que por culpa de lo ocurrido en el avión ella sería suspendida. —No te tomaste el jugo, ¿verdad? —él ladeó la cabeza y la observó. Nicole hablaba bonito. —Si alguna vez tú y yo tenemos algo, quiero que sepas que solo será sexo. La única mujer que yo voy a amar es a Kassia. No soy material para novio y tú pareces querer casarte —alzó las cejas y se rió, ante semejante confesión. —Me suspenden por tu culpa y me ofreces ser tu puta. Oye, fortachón, ve al veterinario a que te revise. Al parecer tienes rabia, imbécil. Kylian la vió irse y sí, le dieron ganas de reírse. Hoy había sido un día malo y esperaba no volverse a encontrar con Nicole porque pondría a las mujeres del Sacerdocio en su contra. —Estoy cansado... —murmuró y se fue.Dos semanas después...Dublín- Irlanda.Día de la boda.El acontecimiento más importante para un mafioso, acababa de llegar a Irlanda. Las personas más relevantes para la mafia irlandesa se encontraban en la catedral de la ciudad. De la misma manera en la que se casó Maksym, por todo lo alto, así mismo lo hizo Kylian. El hotel The Shelnourne, Autograph Collection, fue el encargado de recibirlos a todos. Era absurdamente costoso quedarse una noche ahí, pero bueno, cada quien gastaba su dinero como quería. El salón de fiesta fue adornado con girasoles, las favoritas de la escocesa y muchas flores moradas y verdes, para mezclar los dos mundos. Kylian pidió un cuento de hadas para la boda con Nicole, y eso tuvo.Entre flores, luces que marcaban sus nombres, una cantidad increíble de comida y centros de mesas con diamantes incrustados en sus iniciales, Kylian anunciaba que había encontrado a su alma gemela. Él iba vestido con traje de pingüino, de un diseñador nuevo y Nicole, bueno, zapati
Dos meses después...Islas Malvinas.Habían llegado al mejor destino turístico que pudieron conseguir. Nicole quería algo menos costoso, pero Kylian solo quería mostrarle el mundo. El mafioso había estado teniendo su perfil bajo como le fue ordenado y así su tiempo fue invertido en Zeus, su recuperación y en como pedirle matrimonio a Nicole. Durante los dos meses que pasaron le pidió ayuda a Fabrizio y a Maksym, pero ellos simplemente le dijeron —las palabras correctas solamente saldrán cuando llegue el momento—. Todo el mundo sabía sobre la propuesta de matrimonio menos Nicole. Kylian no era un hombre distraído, pero había pedido ayuda para lograr hacerlo perfecto. Esperaba casarse con ella cuando volvieran a Irlanda. Así que las amigas de Nicole, estaban ayudando. Eso incluía a Selene, que había desaparecido del mapa después de su matrimonio. Él estaba orgulloso de su organización, así que la boda sería con dos colores. Los hombres irían de verde y las mujeres irían de violeta, el
Zeus había despertado y estaba recibiendo los mimos de Nicole. La pelirroja había metido su mente en el perro para evitar volverse loca al no saber de Kylian. Se encontraba sola y a la espera de cualquier noticia. Estuvo hablando con sus padres y tíos por un rato. No entró en detalles sobre lo que había sucedido y prometió volver a casa para Navidad. También preguntó si el veterinario había ido con Ezequiel para sus vacunas. Ella vivía con Kylian y aunque eran vecinos, con la herida en la cabeza no aparecería en casa de sus tíos.Quería que Kylian fuera a Escocia y si iba con una cicatriz, su padre jamás le abriría las puertas al mafioso.—Buenas noches, señora. Solo estoy aquí para informarle que el jefe y yo nos retiramos —Nicole frunció el ceño al ver al novio de Kassia—. La policía viene subiendo.—¿Cuál es tu nombre y quién es tu jefe? —le preguntó, restándole importancia a lo otro.—Me llamo Tyler y ahora estoy trabajando con la Bratva —respondió—. Estuve demostrando cuan leal s
Nicole vió salir a los chicos de la oficina porque iban a buscar la comida para ellas, pero por más que esperaron, ninguno de ellos volvió. Ni siquiera vió a Kylian nuevamente. Solo pasó una enfermera para decirles que Zeus ya estaba en una especie de habitación, en donde sería atendido y las llevarían en unos minutos. Por una parte, ambas mujeres se sintieron aliviadas de que Zeus estuviese a salvo, pero la angustia por los tres hombres aumentaba más. Por lo menos sabían que Kylian volvería a Nicole, y Nikolas estaría con Selene, pero nadie cuidaba de Sasha. El ruso estaba solo y lejos de su casa. Leal, pero lamentablemente, también tenía sus cargas... muy pesadas.La chica quería preguntarle a Selene que estaba sucediendo realmente con Nikolas, pero no había una respuesta diferente a la de siempre. Iba a intentarlo una vez más. Solo porque quería intentar ayudarla y hacer tiempo para que sus nervios dejaran de estar al borde del colapso.—Selene, si te pido que seas honesta conmigo,
Nicole estaba en la oficina de Kylian en el hospital veterinario. Sasha le trató las heridas y estuvo con Selene mientras esperaban noticias de Zeus. No le dijo a su familia lo que había sucedido, pero estaba preocupada por lo que sea que estuviese planeando Kylian. Nikolas y Sasha no tenían buena cara, pero tampoco decían mucho. Selene estaba nerviosa y tenía miedo de preguntar si era porque Maksym y Fabrizio venían a Irlanda por alguna razón que desconocía también. Ellos viajaban a cada rato y llegaban como fantasmas. Por eso siempre estaban en todos los lugares, solo que antes no sabía que eran mafiosos.—Sacerdocio... —fue lo que llamó su atención.Ella miró a los chicos, pero volvieron a guardar silencio. —¿Qué pasa con el Sacerdocio? —les preguntó. —Vienen a ver a Zeus. Se nos dijo que ya salió de cirugía y está bien. Kylian se está bañando. Vendrá a verlo y después nos iremos por un asunto de trabajo —le contestó Nikolas.—¿Qué asuntos de trabajo? ¿En serio vienen a ver solo
Kylian había perdido el sentido de la realidad. Él reconocería a Nicole y a los suyos, pero querría el mismo final para todos. Su mente le decía que eran enemigos, que ninguno estaba a salvo y lo más seguro para ellos era morir. El mafioso no era esquizofrénico, pero su realidad era diferente a la de todos y solo con sangre en abundancia y gritos de agonía se calmaba.Bueno, solo le gustaba mucho asesinar personas.—Jefe, no podemos acabar con la vida del hombre que es dueño del centro comercial —decía Matt, mientras iban en busca de Nicole. Ella había escapado del lugar abandonado.—¿Por qué no? ¿Qué nos detiene? Él dijo que nos quiso traicionar y no le veo fallos a mi lógica para no sé... darle de comer a mis otros leones.—Hay que hacer una investigación primero. Recuerda lo que nos pasó antes y bajaron de posición a Irlanda. No puedes matar inocentes. No cuando el Sacerdocio te lo prohibió. —Hmm, investiga. Tienes veinte minutos antes de que decida por su vida. Quiero y necesito
Último capítulo