La mano de Ember se aferró a la de Alaric.
Él sintió un escalofrío de repulsión que no pudo disimular. La mirada de la mujer era un espejo de la obsesión de su propio padre.
Alaric retiró su mano con brusquedad. Kael y Mara Blaine sonreían, ajenos a la tensión.
—Señora Blaine, permítame acompañarlos a su mesa. Hay un asunto urgente que debo discutir con Orion —dijo Alaric, su voz suave, pero con autoridad.
Mara asintió, con el rostro iluminado.
—Por supuesto, querido. Tenemos tanto tiempo sin una comida que me hace recordar los viejos tiempos, cuando no te sacábamos de nuestro hogar…
La sonrisa de Alaric fue incómoda. Recordaba aquellos momentos, pero ahora eran rivales. En ese momento, parecía ser que su amigo necesitaba ayuda
Y eso era algo que no podía pasar por desapercibido
La tensión entre Orion y Ember era palpable. Al ver que no podía captar la atención de su "hermano", Ember dirigió su astuta mirada a Alaric, intentando provocarlo.
—Señor Winter, me enteré de que es profesor