Sofia Lopez una excelente abogada que trabaja en uno de los bufetes mas prestigiosos de Nueva York. Mark Harris un CEO multimillonario y muy poderoso. Sofia recibe en su despacho al señor Miller sin esperar que le haga una proposicion que la deja algo aturdida. El CEO le pide que se case con el o sacara a la luz secretos que Sofia prefiere guardar. Y asi de esa manera la chantajea para que sea su esposa, ya que Mark Miller tiene una hija adoptiva y quiere una madre para ella ¿Que secretos sera los que tiene Sofia para que el CEO la quiera como esposa? ¿Aceptara ella el chantaje que el multimillonario le hace?¿De quien sera la hija pequeña de Miller?
Ler maisMe llamo Sofia Lopez y soy socia de un Bufete de abogados muy importante de Nueva York, tengo veintiocho años, soy morena, el color de mis ojos son de color como la miel y me puedo enfrentar a cualquier caso dificil, menos el que un día aparecio en mi oficina sin avisar.
— Sofía está fuera el señor Mark Harris, dice que necesita hablar contigo urgente — me dijo Lina mi secretaria
— Mark Harris, no tengo ninguna cita con ese señor, ni se de quien se trata, dile que te pida una cita Lina, ahora mismo estoy muy ocupada — respondí
Lina se marchó de mi despacho, mientras que yo seguía preparando los documentos para el juicio que tenía en tres días, cuando de pronto escuche como le daban a la puerta de mi despacho un portazo. Mire hacia la puerta viendo como entraba un hombre my alto que vestia un traje muy caro, tez bronceada, pelo negro y unos ojos verdes como las propias esmeraldas.
— Necesito que me atienda ahora — me dijo gritando
— Perdone, pero atiendo con una cita previa, estoy muy ocupada ahora mismo — le dije levantándome de mi silla acercándome al hombre
— No puedo esperar, usted es abogada ¿no? le pagaré lo que me pida, el dinero no es problema, lo que quiero de usted es que se case conmigo — me dijo haciéndome reír
— No necesito su dinero, pero usted sí que necesita un loquero, pero si es tan urgente, por favor tome asiento y dígame de qué se trata el asunto por el que necesita hablar conmigo.--- le dije
— Soy CEO de la empresa de Telecomunicaciones y Transportes Harris, — me dijo haciéndome reír,
— Yo no lo conozco a usted de nada y además yo tengo un prometido — le dije
— Mire estas fotos señorita y digame si se va a casar con su prometido — me dijo dándome un sobre grande
Cuando abri el sobre y vi las fotografías de mi prometido entrando en un hotel con una mujer que yo no conocía, había otra fotografía hecha dentro de la habitación los dos desnudos haciendo el amor y así varias más, me quedé sin saber qué decir.
— ¿Se casará conmigo ahora, señorita Lopez? — me preguntó
— ¿De dónde ha sacado estas fotos señor Harris? – le pregunté
— He hecho que un detective la sigan a usted y a su prometido, quería asegurarme que había acertado con mi decisión al elegirla a usted como la madre de mi hija y que sea mi esposa— me dijo
— ¿Por qué yo? hay muchas chicas que estarían encantadas de ser la esposa de un multimillonario
— Por que su madre fue la amante de mi padre y la culpable de que mis padres se divorciaron cuando usted dio a luz a una niña que ahora como le he dicho es mi hija, sé de dónde viene usted y casi toda su vida y si no quiere que todo salga a la luz en la prensa rosa, espero que su respuesta sea un si, su secretaria tiene mi teléfono, buenos días.--- se levantó del sillón, abrió la puerta de mi despacho marchandose sin decirme nada mas.
Nada más marcharse Mark Harris de mi despacho, recogí toda la documentación que tenía encima de la mesa de mi despacho, la guarde en el cajón muy nerviosa, me levanté de mi sillón y cogi del colgador mi bolso para marcharme, necesitaba hablar urgentemente con mi madre ya que Harris me amenazo con publicar mi vida en la prensa rosa.
—Sofia necesito que — me dijo uno de mis socios
— Ahora no,Davis, tengo que marcharme urgente — le conteste muy nerviosa
— Lina si me llama alguien, citalos para esta tarde por favor, que ahora me tengo que marchar — le dije
Me acerque hasta donde estaban los ascensores, subí a uno de ellos para bajar al parking donde tenía el coche, salí subiendo después a mi vehículo, lo arranque muy nerviosa marchandome del edificio hasta el adosado donde vivían mis padres. Llegue y aparqué el coche en la calle, toque al timbre abriendo la puerta Nancy la sirvienta.
— Buenos días Sofía — me dijo
— ¿Nancy está mi madre en casa? — le pregunté conforme entrábamos en la casa
— Si cielo, está en la piscina, ¿te llevo algo fresquito para beber?
— Si porfavor, que hoy hace mucho calor — respondí
Me fui directamente hacia la piscina viendo a mi madre, acostada en una de las tumbonas tomando el sol.
— Buenos días mamá — saludó
— Sofia cariño, hoy has terminado pronto de trabajar, me alegro así podemos comer juntas — respondió
— La verdad es que he venido por otro motivo mami, — le dije seria, sentándose mi madre haciendo que me sentara al lado suyo
— ¿Qué pasa Sofía? Os habéis peleado Hugo y tú ¿no es eso?
— Esa es otra de las cuestiones, mamá ¿conoces a un tal Mark Harris? de la empresa de comunicaciones que llevan su apellido? — pregunté viendo como cambiaba mi madre su semblante
— ¿A qué viene esa pregunta Sofía? Si, los conocemos tu padre y yo, el padre acaba de fallecer en un accidente de coche — respondió
— Mamá ¿fuiste la amante del padre de Mark Harris? — le pregunte, viendo como se ponía nerviosa con mi pregunta
— Sofia hija no entiendo a qué viene tanto interés — contestó
— Mama, contesta a la pregunta por favor – le reclame
— Sofia cariño, me enamoré perdidamente de William Harris, estuvimos dos años viéndonos en secreto, hasta que tu padre lo descubrió y me dio un ultimátum pero ¿por qué lo preguntas? — dijo
— Hoy a ido a mi despacho Mark uno de sus hijos, me ha propuesto matrimonio y me lo ha contado, aunque al principio no le creí, necesitaba que me lo dijeras tú, me ha amenazado con desenterrar tu secreto si no acepto su proposición, además a averiguado que yo di a luz a una niña hace dos años — le conté
— Hija y ¿qué vas a hacer? Estás prometida con Hugo
— No lo sé mamá, debo proteger la reputación de mi familia y sobre todo la mía, además Hugo me engaña con otra mujer, Harris me ha dado varias fotos que me lo confirman, pero — dije abrazandome mi madre ya que sabía que yo no estaba bien, con su confesión.
— Lo siento mucho hija, sabes que te ayudaré en lo que sea, ¿quieres que hable yo con ese tal Mark?
— No creo que sea buena idea, te echa la culpa de que su madre los abandonara — respondí
Despertar en París y con el hombre que amaba, fue una de las experiencias más majestuosas que la vida me dio, ya que después del cumpleaños de mi hija Cintia, mis padres se quedaron unos días en nuestra casa con los niños, para que mi esposo me pudiera dar esta magnífica sorpresa. Me desperté en la suite nupcial de aquel hotel, acariciando mi cara los rayos de sol que entraban por aquella pequeña terraza que había en la habitación y, entre los brazos de mi marido. Quise levantarme de la cama, cuando los brazos de Mark me rodearon mi cuerpo, sintiendo su cálido aliento en mi cuello— Buenos días señora Harris — me dijo viendo en sus bonitos labios una preciosa sonrisa, haciéndome reír como una tonta— Buenos días señor Harris — le conteste acercando mis labios a sus perfectos labios—- ¿Quieres que salgamos a pasear o prefieres quedarte todo el día en la habitación? .--- pregunto, poniendo su cuerpo encima de mi cuerpo, estando los dos desnudos— Nah, quiero conocer la ciudad del amor
Después de aquella noche en la que mi marido se emborrachó y vómito en nuestro cuarto de baño, dándose un golpe en la cabeza haciéndose una profunda herida que tardó en dejar de sangrar, nuestras vidas cambiaron mucho, Mark estaba más tiempo en casa, salíamos a cenar los dos solos, dando largos paseos por Nueva York después, abrazados, nos amábamos en la cama, con deseo y pasión, hasta mi vida cambio ya que caí en la cama con un fuerte resfriado y ya no pude darle el pecho a mi hijo, ya que entre la fiebre alta que tenia y toda la medicacion que nuestro medico me receto, tuve que pasar de darle el pecho a mi hijo a darle biberones, cosa me cuando me recupere me dejo a mi un poco más de tiempo libre, ya que empecé a trabajar en el bufete, pero siempre con unos horarios donde compaginaba mi trabajo, con la de mi esposo y mis hijos. El día que mi pequeña cumplía sus cuatro añitos, Mark y yo nos cogimos unos días libres para preparar la fiesta de cumpleaños de nuestra pequeña Cintia. Jun
Cuando me vi atrapada por mi marido, me quede mirando a sus preciosos ojos verdes, temiendo lo que despues sucedio, Mark cogio mis manos, ponendo mis brazos por detras de mi cuerpo, cogiendome los brazos con solo una mano duya, metio su otra mano por el corte que tenia mi vestido, arrancandomelas, acariciando mi sexo con sus dedos, haciendome gemir— Eresss mía ¿estendido? solamente mia y nada mas que yo puedo tocar tu cuerpo –me dijo– Ssofía ¿dime de quién eres? vamos dilo ¿a quien le pertenedes?— me dijo mientras seguia acariciando mi sexo— Mark soy tuya, eso ya lo sabes, pero deja que me vaya — le suplique Mark no me hizo ningun caso a mi suplica, puso sus manos en mis nalgas levantandome unos centimetros del suelo, notando la cabeza de su miembro en la entrada de mi sexo, ¿cuando se bajo la cremallera de su pantalon? pues la verdad es que no lo sé. De una certera embestida, se introdujo dentro de mi ser, moviéndose con desesperación, Arrancó la cinta de mi vestido que cruzaba mi
La noche casi pasó volando, comimos, hablamos y conocimos a más gente por lo menos yo, que había ido pocas veces con Mark a algún evento. Cuando estábamos con otras personas, levanté mis ojos buscando a mi marido, cruzando los dos nuestras miradas, lanzandole yo un beso viendo-como me sonreía con su bonita sonrisa, acercándose poco después mi marido hasta donde yo estaba rodeando mi cintura con sus brazos y me besaba en mi hombro desnudo o en mi mejilla. Aunque de vez en cuando me fijaba en cómo esa mujer Ava, le tocaba el brazo a William, que inclinaba el hombre su cabeza para escuchar lo de fuera que ella le murmuraba al oído, con una expresión indulgente en su cara. William se acercó a nosotros junto con su esposa poco después, para decirnos que nos esperaban al dia siguiente para almorzar, aunque Mark ya le había dicho que lo esperaba en su empresa, pense que seria gratitud lo que intentaban demostrarnos, pero yo no poda dejar a mi bebe solo mucho tiempo ya que su comida era yo.
Mark, siguio masajeando mis nalgas y mi pequeño agujero metiendo primero un dedo haciendome sentir algo de dolor, despues metio un segundo dedo mientras pellizcaba y estiraba mi dolorido pezon, cogiendome el brazo poniendo mi mano en mi sexo—- Venga hazlo —- me susurro en mi oídoCuando empecé a acariciarme mi sexo, senti como despacio y poco a poco, mi esposo iba introduciendo su miembro, sacandolo despues, volviendo a introducirlo hasta que al final, grite sintiendo toda su longitud dentro de mi moviendose mi esposo cada vez mas y mas fuerte, cogiendo mis caderas con sus manos para ayudarse a empujar, mientras salia y entraba dentro de mi embistiendo cada vez mas fuerte, poniendome mi espalda en su pecho, besando y lamiendo mi cuello, mientras sus dedos jugaban con mis pezones, tapandome mi boca con su boca, cuando los dos llegamos al climax, tumbandonos seguidamente en la cama, exhaustos y sin aliento, acunando mi cuerpo mi esposo en sus brazos sin salir aun de mi.— Ves, es una m
Me quedé mirando al suelo, apretando mis brazos contra mi pecho al sentir que Mark me descubrió haciéndome vulnerable y avergonzada, aunque no quería ni deseaba tener relaciones con mi esposo por lo que pasó en su despacho con Melisa — Lo … siento Mark — le dije con una débil voz sin atreverme a mirar a mi esposo — Entonces no vuelvas a tomarme por idiota, por favor — me exigio mi esposo Asentí, sin atreverme a hablar a mi marido —- Por suerte Sofía, hay muchas cosas que sí podemos hacer sin temer a que te quedes embarazada — me dijo como si estuviera riéndose de mí ya que en sus labios pude ver una maliciosa sonrisa Me hice hacia atrás chocando con la cama, mientras Mark y yo nos mirabamos a los ojos — Venga Sofia cariño, es una broma — me dijo Mark andando hacia donde yo estaba, acunando mi cuerpo entre sus brazos — No tiene gracia Mark — le dije —- Vale cielo, lo siento — me dijo poniendo sus dedos en mi barbilla, levantando mi cara para que lo mirara — ¿Serás paciente ento
Último capítulo