77. Sin palabras
Tatiana frunce el ceño con tristeza a los segundos de oír a su hija.
—No quieres estar con él, ¿verdad?
Los labios de Scarlett muestran y “No” apagado y dolido. Tatiana le toma el rostro.
—¿Lo amas, Scarlett?
Ya no sabe en qué momento empezó a lagrimear cabizbaja. Scarlett se atreve a pensar en el recuerdo precioso de meses atrás, donde solo era ella, Gerald y su embarazo como la única cosa importante en sus mundos. Sus palabras de aliento, su compañía. Todo aquello manchado por el orgullo y el odio. Por una mentira de la que nunca pudo salir. Una mentira a la que ambos cayeron, que destrozó la confianza que habían aprendido aun cuando ella se hubiese jurado no volver a confiar en ningún hombre. Aunque su garganta jamás pueda expresar una sola palabra, el nudo en su garganta fuerte y adolorido está allí.
Con todo el dolor de su corazón, su respuesta es sencilla:
Un sí con la cabeza.
—Él nunca supo quien eras porque jamás le dijiste, ¿No es así? —pregunta Tatiana con voz cohibida.
—“Te