Mariana encendió la radio mientras seguía conduciendo a toda velocidad. Una voz alarmada interrumpió la programación habitual con una noticia de último minuto:
—…la recién nacida hija del empresario Maximilien Fuenmayor fue secuestrada esta mañana desde una clínica privada dela ciudad. Las autoridades ya han identificado al principal sospechoso. Se trata de Fernando, el ex esposo de la madre de la recién nacida, este fue visto por última vez en compañía de una mujer aún no identificada…
—¡Maldición! —masculló Mariana entre dientes y apretó el volante con fuerza. —Fernando ¡eres un imbécil!
El llanto desesperado de la bebé llenaba el interior de la camioneta, pero ella ni siquiera volteó a mirarla. En su mente, la única prioridad era llegar al lugar acordado con Celeste.
Pisó el acelerador con más fuerza, saliendo de la autopista y tomando una vía secundaria poco transitada. El camino de tierra llevaba a un galpón abandonado al borde de la ciudad, donde Celeste la esperaba. Cuando lle