—Luna —Luna alzó los ojos, y notó que Andrey se acercaba esta vez un poco más de la cuenta—. Antes de que te vayas, quiero mostrarte algo, y luego podemos cenar.
Ella parpadeó enseguida, y se levantó asintiendo.
—Está bien. ¿De qué se trata?
—Cierra los ojos.
Luna los abrió más, y su boca se abrió, pero la palma extendida de Andrey hizo que la cerrara de nuevo.
—Confía en mí, cierra los ojos. Quiero mostrarte algo… solo di estas palabras… “Lo permito”
Luna pasó un trago fuerte, su cuerpo temblaba en demasía, pero se encontraba en una burbuja demasiado espesa como para salir de ella. Ella asintió lento sin quitar su mirada de esos ojos, y lentamente cerró los suyos.
—Lo permito…
Andrey no se acercó, solo cerró los ojos un instante, respiró hondo, y cuando los volvió a abrir, Luna sintió una vibración sutil en el aire, como si algo invisible se activara.
No fue doloroso, ni frío. Era… como una presencia que la envolvió de pronto.
De repente, el mundo se volvió más nítido, pero también m