ADAM
El día en el hospital a estado bastante concurrido, pero hice lo posible para desocuparme unos minutos y así poder hablar con Elisabeth.
Mi teléfono vibró, y al ver su nombre en la pantalla, me fui directo a mi oficina para contestar.
-Hola doctor-Saluda con voz seductora.
-Señorita Elisabeth...
-¿Está muy ocupado?, Quisiera mostrarle algo.
-Si es tu rostro lo que veré, tengo todo el tiempo del mundo.
La escucho reír, y después siento mi teléfono vibrar debido a que ella estaba cambiando el modo a videollamada.
Al aceptar, lo primero que veo es su lindo rostro, me guiña un ojo y me lanza un beso, sacándome una sonrisa ladeada.
Segundos después, muestra una expresión que se me torna sexi, provocativa y entonces aleja el teléfono de su cara para enfocar casi todo su cuerpo, haciéndome