ELISABETH.
-Bueno princesa, la dejo sana y salva en su castillo-Me dice Adam, al estacionar su auto a solo unos metros de la mansión.
-¿Cuándo nos volvemos a ver?-Pregunto antes de bajarme.
Gira su rostro para mirarme con una sonrisa ladeada.
-Aun no nos separamos, ¿y ya me hechas de menos?
Puse los ojos en blanco.
-“Moriré de pena si no te veo”-Fui muy sarcástica, y le di una expresión de aflicción bastante exagerada.
-¿Cuándo piensas madurar?-Niega con la cabeza y me toca la punta de la nariz con su dedo.
-Yo soy madura, bastante madura… y no me cambies el tema, mejor dime, ¿Cuándo nos vemos otra vez?
-Te recuerdo, preciosa, que pasamos una semana entera juntos.
Por todos los cielos, en serio enloquece mis hormonas cuando me llama preciosa, sin embargo, eso no me desviará de los reclamos