Catherine Shay vive una difícil vida, aun teniendo tres trabajos no le alcanza para pagar el tratamiento de la enfermedad de su madre, desesperada, la única solución que se le presenta es trabajar como prepago. Jessica es conocida en la ciudad como la proxeneta más cotizada en Nueva York, pues posee las mejores mujeres del mercado. Marcus D'monte, un famoso narcotraficante va a cumplir años y sus amigos se encargarán de rentarle una hermosa prepago, es ahí donde conocerá a Catherine, la linda y sexy chica por quien le nacerá una inexplicable adicción.
Ler maisTIEMPO DESPUES:Ambas manos se entrelazaron sobre su cabeza mientras miraba con amor y admiración los ojos negros de su adonis, abrió un poco más la boca cuando sintió como su pene tocó algo en su interior que la hizo desasherce debajo de su cuerpo. Marcus mordió su labios, meneando sus caderas mucho más rápido, la sensación era increíble, ver como su esposa gozaba era la mejor de sus pagas. No podía sentirae más dichoso, era el hombre más feliz del mundo, tenía a una hermosa y fuerte mujer a su lado, ella lo había protegido, apoyándolo incondicionalmente en todo, además de darle cuatros hijos maravillosos. Ahora su vida era mucho mejor, jamás pensó que la vida cotidiana fuera tan satisfactoria, como en ese momento, donde hacía en amor con tanta tranquilidad y deseo. Los dos entregándose hasta estallar casi al mismo tiempo.Catherine se soltó de su agarre para poder tocarlo como a ella le gustaba, pasar sus dedos sobre su espalda, rasguñando su piel, escuchando el gruñido de su adoni
-Yo... no quiero que te pase nada por esto, si tu piensas...-Vale, no estoy reclamando nada, esto es para lo que he vivido toda mi vida y si he de morir destruyendo a los infelices que me arrebataron a mi hermana, lo hare, cueste lo que me cueste acabaré con los Calis, ya lo veras. -Su voz fue profunda, estaba entusiasmada pero más que eso, estaba deseosa ya que después de más de quince años tendría la verdadera oportunidad de saber donde podría estar su hermana. "Un mes despues"Catherine se encontraba en la cocina, ahora tenía un mes más de embarazo. Sonreí mientras cocinaba. La vida en Jordania no era tan difícil, aún extrañaba su país pero era bueno estar juntos. Tanto su madre, Zola y Sasha había comprado una casa junto a esta, eran prácticamente vecinas. Aunque aun estaba preocupada, durante ese mes no había tenido noticias alguna de Miranda, ni de los Calis, Marcus se aseguraba de estar bien informado respecto a sus pasos, aún los seguían buscándo. Recordó en ese momento com
Marcus saco su pistola desde su cinturilla y abrió fuego hacia los agentes de la DEA, matando a unos cuantos, peleando junto a él estaba Frank quien también disparaba sin parar. Llego el momento donde Black y D'monte estuvieron frente a frente, con sus armas apuntado directamente. El castaño sonrió, pensó que lo tenía acorralado cuando en realidad era todo lo contrario. Ahora los hombres de Marcus los superaban y ellos solo eran unos cuantos. -¿Ahora que vas hacer maldito bastando? -Black apretó su mandíbula. -¿Crees que puedes escapar así solamente? No conoces a los Cali, ellos tiene gente donde sea, y te buscarán, encontrarán y mataran como la vil cucaracha que eres. -No lo harán... -Marcus sonrió y luego disparo directo a su abdomen, Black se tocó la herida y después de eso quiso dispararle también, pero se tambaleó hacia atrás que la bala rebotó en el Jat. Marcus se acercó con paso decisivo y alzó la mano para darle una señal a sus hombres, quería a todos los agentes de la DE
-Nada mi cielo. -Diego aún era pequeño para entender-. Por que no van con Zola para que les prepare un postre. -Miró a la nombrada haciéndole una señal para que se llevara a sus hijos.Era irrelevante en ese momento la situación de su amenaza de aborto, no era menos importante, pero sabía que Sasha no tendría cabeza para nada más. -Marcus, mi Víctor. -Siguió lamentándose. Ahora tendría que hacer algo al respecto. La mirada del azabache era furiosa, como la que le dedico a Erick cuando supo que el había sido el causante de la muerte de su hijo. Los Milanis y los Calis había jugando mucho en su contra, le había arrebatado a sus seres queridos y ya no lo tolerará más, el Marcus considerado se terminaría en ese momento, estaba más que convencido. -Marcus... -Catherine lo llamó. De nuevo esa advertencia-. Debemos razonar más en esto, ahora no solo los milanis vendrán por ti, si no los Calis, recuerda lo que dijo Erick.-¿De que hablas Ca? -Sasha me miró expectante, nadie sabía de lo que
-Eso lo se. -Marcus apretó su mandíbula.-Perdón por lo que hice, jamás fue mi intención matar a un niño inocente. -Fue lo último que dijo antes de morir.Catherine se preocupó por la situación, esto era malo, no podía permitir que los Calis lastimaran a su familia, tenía que pensar en algo rápidamente, se paro tan abrutamente que sintió un mareo, que la hizo tambalear, hasta que Marcus la sostuvo.-Debemos irnos. -Ambos asintieron y salieron de la casa de Erick, D'monte ayudó a su esposa a subir a su auto y el subió al asiento del piloto con rapidez-. Perdóname... -¿Por qué? -Catherine preguntó mientras sostenía un pequeño pedazo de tela que había aracado de su blusa sobre la herida de su brazo. -De nuevo perdí el control contigo... -Marcus no se atrevió a mirarla, se sentía culpable por su herida, gracias a su arranque de ira salió lastimada, siempre era el culpable de todo. Apretó el volante y lo golpeó fuertemente. -Tranquilízate. -Catherine lo tomó del brazo, mirándolo con sus
Erik se puso de pie, Marcus se lo permito, sentía que debía al menos darle el derecho a defenderse antes de acabar con su asquerosa vida. -Maldito, hijo de puta... -Lo miró con rabia-. Era solo un niño, era mi hijo. -Volvió a golpearlo. Erick se tambaleó, no dijo nada, agachó la cabeza un poco y escupió la sangre acumulada en su boca, esto era demasiado para Marcus.-Fue tan fácil...-musito sin levantar la cabeza aun. -Pobre de él, aunque debería decirte que no sufrió en lo absoluto. Solo lloraba mucho pidiendo por su papá. -Levantó la mirada y sonrió, casi como si no le importara el hecho de que eso podría contarle la vida.-¡Ahhh! -Marcus soltó un grito de desesperación al imaginar como su pequeño hijo pudo estar suplicando que lo salvará, y no puedo, la misma impotencia y frustración que sintió en ese momento lo volvió a sentir, no pudo más y se lanzó de nuevo hacia el castaño, esta vez Erick no planeaba ponerse solo enfrente de él como saco de papas, el cual pudiera golpear. Lar
Último capítulo