EL PRIMER BESO… DESPUÉS DEL DIVORCIO. CAPÍTULO 9. Una nueva etapa

Sobra decir que Camilo lo miró fijamente, sorprendido, y dejó caer la mano sobre su rodilla. Su boca se abrió y se cerró varias veces, porque presentía que absolutamente nada de lo que dijera sería correcto ni ayudaría a su amigo.

—OK, voy a ponerme en plan serio aquí y te juro que no te voy a juzgar, pero me gustaría entender por qué estás haciendo esto. ¿Por qué no puedes esperar a que el bebé nazca? ¿Pasa algo? —preguntó con voz grave y Henry tragó saliva, incómodo.

—Creo que el bebé no es mío —murmuró en respuesta—. Y creo que por eso Julie Ann trató de perderlo con esa caída en la que culpó a Rebecca.

El silencio se volvió pesado, casi asfixiante. Camilo apoyó los codos en las rodillas y lo miró con seriedad, tamborileando con los dedos.

—Eso es fuerte, Henry. Muy fuerte —dijo finalmente.

—Lo sé —respondió él con voz apagada y la mirada perdida en la sábana—. Pero no puedo esperar nueve meses para descubrirlo. Juli