AMOR EN TIERRAS SALVAJES. CAPÍTULO 38. Planes
AMOR EN TIERRAS SALVAJES. CAPÍTULO 38. Planes
El camino de regreso fue silencioso, pero de un silencio cómodo, de esos que no pesan. Pasaron primero por el hotel para recoger las cosas de Carter, y cuando subieron su pequeña maleta de viaje al auto de Chelsea, él se recargó en el asiento con un suspiro largo.
Al llegar al departamento, se quedó unos segundos mirando la entrada, como si tratara de ver su interior sin haber cruzado la puerta.
—¿Así que este es tu lugar?
—Mi pequeño oasis caótico —respondió Chelsea riendo mientras abría—. Que comparto con mi madre.
El departamento era pequeño, acogedor, con una decoración simple pero cálida. Un sillón mullido, una alfombra en tonos pastel, plantas que se veían muy vivas, y una repisa llena de libros medio torcidos.
Carter se quedó parado mirándolo todo, con una expresión extraña.
—No pensé que fuera tan… tú.
Chelsea frunció el ceño.
—¿Yo como qué?
—Tú como… bonito. Tranquilo. Acogedor. —La miró con una sonrisa ladeada—. Completo —murmuró