KIERAN:
No le respondí a la humana, que me estaba resultando un poco entrometida. Bajé la cabeza y seguí comiendo. Necesitaba recobrar toda la energía que había perdido al utilizar mis poderes. Fenris y Rafe hacían lo mismo que yo, comiendo todo lo que nos ponía la nana en la mesa. Ángela, de pie a un lado, nos observaba con incredulidad, hasta que mis orejas se movieron al escuchar unos pequeños pasos que había aprendido a reconocer, y antes de que pudiera girarme, ya la niña Claris estaba a mi lado con los brazos extendidos para que la tomara.
La miré indeciso, aunque el ronroneo de Atka en mi pecho hizo que la levantara y la sentara en una de mis piernas mientras seguía comiendo. Ella no hizo nada, solo recostó su cabeza en mi pecho como si escuchara a Atka. Giró despacio y colocó ambas manos también. Me detuve para mir