CLARA:
A pesar de que mi pareja, el beta Fenris, me había prohibido conectarme con mi hermana Claris, el Alfa Kieran también lo había hecho. No podía obedecerlos. Durante nuestra vida como humanas, cuando mi cuerpo enfermo me condenaba y me mantenía al borde del abismo, ella fue mi salvación. Claris se sacrificó por mí de maneras que ni siquiera podía comprender del todo; se despojó de quién era, de sus sueños y su esencia, para estar a mi lado. Vivió únicamente con un propósito: mantenerme viva.
Para pagar mi medicina, ella soportó humillaciones que nunca debió conocer. Aguantó miradas de desprecio y palabras de rechazo. Nadie veía su esfuerzo, nadie entendía su dolor. Primero fue juzgada por el pasado de nuestra guardiana, Elena, quien alguna vez vivió para complacer a los humanos, olvidada de quién era. Luego,