SELENE:
Llevo horas esperando noticias de mi hermano Vorn. Estoy detenida en los límites de los territorios de la gran manada Nox Venators. No sé qué puede haber sucedido; la tarea era simple: capturar a la asistente y hacerla desaparecer. El sonido de pasos acercándose me hizo girar expectante. De entre la maleza aparecieron dos lobos que, de inmediato, se transformaron en humanos e inclinaron la cabeza ante mí. Son los cazadores que envié a investigar la situación.—¿Y bien? ¿Qué pudieron averiguar? —pregunté con ansiedad—. ¿Vieron a mi hermano Vorn?—No, señorita Selene. No pudimos entrar en el territorio de Theron, está muy custodiado. Y la casa de la asistente está vacía —me informaron sin levantar la cabeza.—¿Dónde se metió ese bueno para nada? ¡Sabía que no pod&i