Megan y Natasha llegaron al lugar, y las dejaron pasar inmediatamente en cuanto la abogada se anunció.
El club era extremadamente lujoso, toda la estancia estaba compuesta por muebles blancos y accesorios de cristales. Varios rincones estaban decorados con cascadas que imitaban los rincones naturales más asombrosos de la playa. La iluminación era tenue y la música estaba a la moda.
Fueron guiadas hasta una mesa que estaba un poco retirada de la pista y que les daba algo más de privacidad. Una especie de VIP para gente conocida que buscaba algo de privacidad.
—¡Ey! —Natasha hizo señas con la mano a un camarero y este se acercó—. Chico sexy, haznos el favor de deleitarnos con unos tragos que sean la especialidad de la casa —Natasha no perdía tiempo y comenzó a pedir tragos e inspeccionar a cada hombre que pasaba cerca de su mesa—. ¿Ves a esta mujer sensu