Capítulo 49 – El pasado regresa.
POV Martina
Nunca me gustaron los congresos, pero aquel era diferente. La sede, en el corazón de Nueva York, reunía a las figuras más influyentes de la medicina y la biotecnología. Paneles, ponencias, rostros conocidos, cámaras, periodistas…Era el tipo de escenario que alguna vez soñé ocupar por vocación; ahora lo hacía por estrategia. La clínica Montero tenía que posicionarse, y Gael insistió en que asistir al Congreso Internacional de Medicina Regenerativa sería una oportunidad invaluable.
Y lo fue.
Hasta que dejó de serlo.
El primer día transcurrió entre saludos, aplausos y protocolos. Gael, impecable, hablaba con la prensa y con un grupo de inversores mientras yo revisaba notas de presentación. Llevaba un traje color marfil y el cabello recogido en una coleta baja; una imagen que, según él, “imponía respeto y calma”. Todo era profesional… hasta que lo vi.
A unos metros, entre un grupo de médicos extranjeros, un rostro del pasado emergió como una herida mal cerrada. Adrián Palacios