Capítulo 25. Es oficial. Todo terminó con Ágata
Marcus llegó al Chalet de Alex y se dejó caer sobre el sillón lleno de ira.
— Parece que necesitas un trago.
— Doble — gruñó Marcus, negando con la cabeza.
— ¿La enfrentaste?
— Sí, y toda esta m¡erda se filtró a la prensa. ¡Parece una pesadilla! Quiero… el divorcio cuanto antes. Quiero poder comenzar a vivir mi vida. Quiero… volver a empezar con Sofía — Marcus hablaba, pero, al alzar el rostro, se dio cuenta que su amigo no lo escuchaba del todo, y que estaba prendado a su teléfono como un adolescente.
Se lo quitó sin que Alex pudiera evitarlo.
— ¿Qué carajos, Marcus? — se quejó su amigo.
— ¿Qué tanto lees? ¿Paula? — alzó las cejas al ver el nombre en la pantalla, y luego abrió los mensajes.
“Todo bien por aquí” le escribía ella, y él le respondía con un “me alegra saber eso. ¿Y tú brazo?”
Alzó las cejas.
— ¿Una mujer?
— Joder, Marcus. Dame mi puto teléfono.
— No hasta que me digas quién es. De donde salió y si la conozco. ¿Desde cuándo y por qué yo no lo sabía?
Alex volteó los ojos.