64. ME GUSTA SER PAPÁ
El semblante de Lúa cambia por completo al escuchar mi afirmación final y abre los ojos como platos. Me mira como si hubiera anunciado que me iría de viaje al espacio el próximo lunes.
—¡¿Qué?! ¿Compartirás cuarto con Leonard? —pregunta, llevando ambas manos a su cintura. Ya puedo imaginar lo que se viene.
En ese momento, Leonard entra a la cocina y me mira muy nervioso, pero no dice nada. Todos se sientan a la mesa y comparten una rica cena familiar, excepto Lúa, que se retira poco después de terminar la comida, seguida por Gloria y David. La abuela se duerme temprano, mientras que Alan ha seguido a Leonard al cuarto y no se cansa de hacerle preguntas, que él contesta con tremenda paciencia mientras ríe y juega con él, hasta que ambos se duermen en la cama. Yo los observo en silencio. Tomo a Alan, lo llevo a mi cama, lo arropo y regreso.
Busco entre mis cosas, que han sido acomodadas junto con las de Leo, me meto en el baño y luego voy a acostarme. Miro a Leonard, que duerme co