Ya era cerca del mediodía, cuando Flor entró en el salón anunciando que la policía estaba en casa y querían hablar con nosotros. Cuando entraron los policías en el salón se acercaron hasta el sofá donde yo estaba, presentándose
— Soy el inspector Graham, y quisiera hacerles algunas preguntas sobre el secuestro de su hijo — me dijo
— Sientese inspector y gracias por venir tan pronto, como verá mi nieta Katia que es la madre de ese bebe y está destrozada — contestó mi padrino
— Me lo supongo, pero ¿tiene señora algún enemigo, que quiera hacerle daño? — pregunto
— Mi marido, es un proxeneta y un traficante de mujeres — respondí
— ¿Por qué no lo denuncio? ¿tenía miedo, por eso se vino a Irlanda, para huir de él? — dijo
— Ya lo denuncie hace tiempo, hubo un juicio, pero salió libre de cargos — respondí
— Ya entiendo y ¿cree que puede haber sido él, el que ha secuestrado a su hijo Katia? — dijo
— No lo puedo asegurar inspector, pero creo que si, por favor encuentren a mi hijo — les dije
— Y