—Tranquila…— Sofía abraza a Minerva —debemos ir a darnos un baño, los niños nos necesitan, necesito de tu fuerza para seguir adelante con el plan de irnos lejos

—Sofia muchas gracias, gracias por todo lo que haces por nosotros— Minerva le sonríe con debilidad

—haré todo lo que esté a mi alcance para cumplir mi palabra, vamos, nos colocamos de ropa lo que haiga, ojalá Cedric no tarden quiero cocinar algo rico para los niños, no quiero…— suspira —que estén decaídos, debemos ser fuertes y positivas

—tienes razón Sofía, vamos

Una hora después.

Luego de bañarse todos, bajan a la sala y el olor a comida llega a sus fosas nasales, es la empleada que está cocinando. Nadie se había dado cuenta que Cedric había llegado.

—me alegra verlos a todos muy bien— Cedric sonríe con poco

—Cedric gracias a Dios está bien

—Fue un caos, pero aquí estamos. Les traje ropa, la despensa está llena, traje de todo. Vamos a cenar, y los niños… les están cocinando algo especial. Por favor pasen a la mesa— pide y