209 – Él está intentando cambiar
El agua caliente se deslizaba por el cuerpo de Thor como si pudiera lavar, junto con el sudor y la tensión, también la culpa, la vergüenza y el miedo.
Al salir del baño, con la toalla atada a la cintura y el cabello todavía húmedo, fue hasta el vestidor. Observó su ropa, sus conquistas materiales, todo aquello que durante tanto tiempo había creído que lo definía. Pero allí, en ese instante, se sentía pequeño frente a la inmensidad que significaba reconquistar el amor de Celina. Sabía que tenía por delante un camino largo y doloroso, y estaba dispuesto a recorrerlo. Rompería cada barrera, una a una, para merecer de nuevo un lugar en el corazón de ella.
Cuando el reloj marcaba las siete de la tarde, Celina —que ya había merendado y leído algunas páginas de uno de los libros de la estantería— escuchó unos golpecitos suaves en la puerta.
—Puedes pasar —dijo, esperando ver a Thor.
Pero para su sorpresa, era Gabriel quien entraba, con una sonrisa abierta y u