Thor se acostó nuevamente, jalando a Celina con delicadeza hasta que la cabeza de ella descansó sobre su pecho desnudo. Ella se acurrucó sin resistencia, como si ese lugar fuera el más seguro del mundo. Él la envolvió en sus brazos y, en un gesto cariñoso y casi instintivo, besó la corona de su cabeza, inhalando el aroma suave del cabello aún perfumado.
Sus pensamientos, sin embargo, eran un verdadero torbellino.
"¿Cómo logró afectarme tanto?", se preguntaba, mientras acariciaba los mechones sedosos con la punta de los dedos. "Tan poco tiempo... y parece que mi vida antes de ella fue un borrón."
Del otro lado, en el silencio cómodo del abrazo, Celina luchaba contra las inseguridades que insistían en susurrar. Por más que tratara de calmarse, su mente no paraba. "¿Será que realmente va a cumplir todo lo que dijo? ¿Va a asumir una relación conmigo de verdad? ¿Y cuando sepa de los bebés? ¿Me va a mirar diferente? ¿Juzgarme? ¿Odiarme?"
Pensaba también en el divorcio que aún tenía que s