-Señora Melina, hay un hombre aquí abajo, dice ser el Ingles, dice que usted lo está esperando, ¿lo dejo pasar?

- Hola Memo, claro, es mi invitado, déjalo pasar, él trae mi auto.

-Como usted mande señora, va entrando.

-Gracias Memo.

-Sinceramente, el tener al Ingles en casa, me hacía sentir feliz, aunque lo había visto solamente una vez, ese hombre tenía algo que llamaba mi atención, no le había prestado atención físicamente, solo era un hombre alto, delgado, con muy buenos modales e inteligente, aparte de muy buen corazón.

Estaba algo nervioso, un hombre que apenas conocía dentro de mi casa, yo sola, bueno, ya que, viene subiendo y lo esperaré con mi mejor actitud, si él acepta, será el padrino de mis niños.

Suena la puerta, siento una emoción y un susto que invade todo mi cuerpo, ¡vamos Melina! Que pasa, este hombre no puede ponerte así. Diablos, estaré tan necesitada de las caricias y compañía de un hombre que estoy nerviosa por tener en mi casa a un chico que prácticamente no cono