Mundo ficciónIniciar sesiónLa casa de Lissandro y Anna olía a especias, vino blanco y risotto en preparación.
El sonido del cuchillo de Lissandro golpeando la tabla de madera llenaba la cocina, mientras Anna reía con el delantal puesto, ayudándolo a cortar tomates.
Habían invitado a Joaquín y Lucía a almorzar, como hacían de vez en cuando, y el ambiente era cálido, familiar… lleno de ese aroma de hogar que tanto les costó recuperar después de el caos.
Anna tarareaba distraída cuando el timbre sonó.
—Seguro son ellos —







