Mundo ficciónIniciar sesiónLa tarde caía con suavidad sobre el parque. El sol filtraba su luz dorada entre los árboles y la brisa tibia movía las hojas con pereza. Luz caminaba con paso relajado, con una sonrisa que le iluminaba el rostro. El pelo suelto, unas gafas de sol y una chaqueta liviana. A su lado, Zeus, su inseparable y majestuoso bóxer, caminaba con el pecho inflado, como si le estuviera enseñando al mundo que ella le pertenecía.
Era uno de esos días en que todo se sentía bien. Tranquilo. Liviano. Ella necesitaba eso.
Pero la paz no duró mucho.
Zeus soltó un leve gruñido, bajó el lomo como un cachorro inquieto… y en cuestión de segundos se







