Mundo de ficçãoIniciar sessãoHACE TRES SEMANAS EN EL ACANTILADO.
El viento azotaba con violencia el acantilado. Las piedras húmedas… todo se mezclaba en una sinfonía brutal que anunciaba tragedia.
Leandro San Marco veía como la cuerda que lo sostenía junto a Anna se cortaría en minutos si seguían pendiendo los tres, necesitaba salvarla, hizo lo único que podría hacer, sacrificarse, para salvar a la única mujer que había amado. Cortó la soga sin durar y cayó al vacío.
Su cuerpo rodó, golpeó, rebotó entre las rocas, cada impacto arrancándole un aliento, una gota de sangre, una fibra de resistencia. Pero no era un hombre común. Había escalado montañas en su juventud, había entrenado en los Alpes, sab&i







