Marlon, sin inmutarse, mantuvo su mirada fría y penetrante, continuando con el mismo tono de voz helado y letal.
—¿Eso crees? ¡Ya los encontré a todos! Tu tiempo de manipulación y violencia ha llegado a su fin, Reutilio. La justicia prevalecerá y pagarás por tus crímenes. No permitiré que me arrastres a tu nivel de depravación y odio. Mi fuerza radica en la verdad y en el amor que siento por mi familia. Ese amor me ha dado la fortaleza para enfrentarte y poner fin a tus acciones destructivas —Marlon sonrió con frialdad—. ¿Sabes cuál será tu peor castigo y mi venganza? No es mandarte a la silla eléctrica pronto, no. Vivirás para ver lo felices que somos el resto de nuestras vidas; renaceremos como si fuéramos aves Fénix. Gracias por tu ingenioso negocio. Me diste los hijos que jamás imaginé tener, y los haré ho