El doctor Félix ha logrado estabilizar al joven Reutilio, que finalmente despierta y se alegra de verse en los brazos de su padre. Marlon, al sentirlo, abre los ojos de inmediato.
—¿Cómo te sientes, hijo? —pregunta tocando la frente del pequeño.—¿Los salvaste, papá? ¿Los salvaste? —pregunta con urgencia.—Sí, sí, míralos en sus camas —le señala Marlon. Después de sacarlo de la cámara de oxígeno, lo subieron a la habitación donde estaban los demás—. Y te tengo una sorpresa.—¿Una sorpresa? Le tengo miedo a las sorpresas, papá —dice apretando la mano de Malo.—Esta te va a gustar —Marlon le sonríe y señala hacia un lugar—. ¿Ves a aquella hermosa mujer que está dormida en ese sillón junto a tus hermanitos?—S&iacut