En la casa de los Rhys, lograron quitarle la bomba que tenía atada al cuerpo el joven. El exsenador Camilo Hidalgo, junto a sus hijos Camelia, Clavel, Gerardo y otra hermosa joven que estaba muy emocionada, rodeaban al joven acostado en el suelo y esperaban ansiosos a que despertara. Finalmente, lo ven levantarse de un golpe y abrazarse a la joven que había venido con Camilo.
—¿Cómo escapaste? —preguntó emocionado.—Perdóname, mi hermano, por no haberte dejado ir antes a hablar con nuestro padre. ¡Tenías razón! La madre de Gerardo nos mintió —dice la chica de inmediato.—¿Qué quieres decir? —pregunta intrigado, incorporándose con la ayuda de ella.—Fue ella quien nos dio en adopción, no nuestros padres, ¡fue ella! —afirma mientras se abraza al joven y luego añade, mirándolo a los ojos—. &i