Miller y su hermano se mantuvieron vigilantes hasta que el primero señaló a un alto y rubio oficial que llegaba apresuradamente y se sentó en la mesa junto a la teniente Malena. Ambos comenzaron a discutir. No podían escuchar lo que decían, pero estaba muy claro que su relación trascendía la de simples compañeros. Decidieron seguir la situación para ver a dónde iba a parar, y para confirmar si era verdad que ella estaba embarazada y, en caso afirmativo, si el padre era el hermano de Miller o el visitante.
Cuando los vieron marcharse, se dirigieron a casa de los Rhys. Ismael le había contado a Miller lo que estaba sucediendo con los posibles hijos de sus hermanos. En el despacho, todos estaban rodeados de una gran cantidad de expedientes que habían traído junto con los niños.Marlon aseguraba que, sin necesidad de hacer pruebas, estaba seguro de que los dos mayores eran suyos: