Todos se giran al escucharla. Ella expone que habían rescatado a dos secuestradas y, a pesar del tiempo que había transcurrido, no las mataron; más bien las encontraron a ambas recién paridas. Eso les decía que lo que hacen es embarazarlas. En algún lugar las tenían pariendo sin cesar y vendían los niños. No existían registros de sus nacimientos, por lo que nadie sabe nada de bebés robados.
—¡Santo Dios! Si es verdad lo que supone, doctora —dice el policía—, estamos frente a una enorme red de traficantes de personas y, de seguro, hay muchos implicados. Esas chicas llevan cinco años desaparecidas. El niño de Marlon Rhys tiene más o menos doce años y dijo que había adultos que nacieron así. Ismael, yo sé lo desesperado que estás, pero insisto en que esperemos. —¡No, no lo haré! &md